¿Estás completamente seguro de saber cómo hacer un plan estratégico de marketing digital sin dejarte ningún detalle importante por el camino?

Si tu respuesta es sí, seguro que ya he picado tu curiosidad y vas a seguir leyendo para comprobar que estabas en lo cierto.

Si tu respuesta ha sido no, también vas a seguir leyendo y más cuando te diga que cuento con una excelente profesional con experiencia contrastada para desarrollar el tema.

Sí, para este Twitter chat le pedí a Fátima Martínez que colaborara con #SoMeChatES y, sin dudarlo por un momento, se puso manos a la obra.

Ayer se empleó a fondo para dar respuesta a las preguntas que hicimos tanto de forma oficial como a través de los participantes en el evento.

De hecho, fue tal el aluvión de preguntas, retuits, favoritos y comentarios de los participantes que ya en la pregunta 3 #SoMeChatES era trending topic en España.

¡Gracias mil a todos por conseguirlo!

Al final de este artículo y como es costumbre, encuentras un resumen de los tuits de la sesión de ayer que seguro te sitúan en el tema.

Pero, antes del Storify te dejo el regalo en forma de post que Fátima nos ha escrito y el cual no puedo por menos que agradecer.

¡Vamos con nuestra invitada!

¿Qué se te escapa al elaborar un Plan Estratégico de Marketing Digital?

Por Fátima Martínez

Muchas veces cuando afrontamos la tarea de diseñar y desarrollar un Plan Estratégico de Marketing Digital, nos olvidamos de que cada cliente es único e irrepetible y, para poder tener éxito en la tarea, es esencial que conozcamos a fondo la empresa, la marca, el producto y saber cuáles son los objetivos que persigue.

Tampoco debemos olvidar que el Marketing es Marketing, un 360 que engloba lo analógico con lo digital, que no son separables, son indisolubles porque, si cada estrategia va por un lado estamos abocados a fracasar.

Cuando realizamos un Plan Estratégico de Marketing Digital todo ha de estar en consonancia, las acciones con medios tradicionales, las acciones de relaciones públicas, los medios digitales y, sobre todo, el producto que vamos a vender, algo en lo que muchos profesionales no se paran a estudiar y es esencial.

Os cuento un caso real.

Un cliente contactó con nosotros para elaborar una estrategia para su empresa. Cuando fuimos a visitarle, lo primero que llamó nuestra atención fue el local.

Solo por su apariencia nuestra mente ya creó una mala imagen, la misma que crearía en cualquier cliente que se acercara al mismo.

Empezando por la entrada, las luces, la decoración, el ambiente… nada encajaba con lo que realmente el cliente nos solicitaba vender.

Lo fácil hubiera sido preparar un Plan de Marketing Digital al uso, sin preocuparse de más pero, ¿realmente el local y el personal se ajustaban a lo que el cliente quería prometer en su comunicación?

Si nos hubiéramos limitado a pensar en digital, nunca habríamos recomendado al cliente cambiar por completo el local.

No nos habríamos metido en camisas de once varas comprando muebles, contratando a un decorador, un tapicero para cambiar las telas, las cortinas, las alfombras y en definitiva la decoración y el local completo.

Pensamos que el producto era lo más importante y el servicio final que ofrecía la empresa era de muy buena calidad, pero el envoltorio, es decir, el local donde los clientes acudirían, las salas, el vestuario del personal… echaría para atrás a cualquiera y es más, en algún caso incluso equivocaría los servicios que se prestaban, porque todo el entorno daba a entender lo que no era.

Así que sugerimos al cliente que antes de diseñar ninguna estrategia, debíamos afrontar un cambio en el “envoltorio” del producto/servicio.

Cambios externos pero totalmente necesarios

Solicitamos los servicios de un decorador y un diseñador del nuevo vestuario para los empleados.

Una vez realizado el cambio y mejorado el “envoltorio” del producto, entonces sí podíamos afrontar las fases siguientes del Plan.

• Análisis de reputación (muchos comentarios coincidían con mi primera impresión del local).
• Análisis interno.
• Análisis externo PESTEL (Político, Económico, Social, Tecnológico y Legal).
• Análisis de la competencia.
• Análisis del entorno.
• Análisis del público objetivo.

A continuación, establecimos unos objetivos SMART, es decir, objetivos que fueran específicos, medibles, alcanzables, realizables, en un periodo concreto de 6 meses.

Desarrollamos la estrategia empezando por la formación para los empleados (que a futuro se encargarían de realizar las tareas), los medios y canales sociales a utilizar, enumeramos las distintas herramientas de gestión y de análisis, los plazos, responsabilidades, establecimos el calendario de reuniones y los flujos de trabajo. Diseñamos un Manual de Crisis, algo de suma importancia para cualquier empresa, pero mucho más si se trata de una empresa de servicios que está directamente en contacto con el público.

Aún quedaba trabajo por hacer

Revisamos y cambiamos la web, la estrategia SEO y diseñamos un Plan de Contenidos.

También hicimos una planificación de medios, distribuyendo el presupuesto publicitario en las campañas establecidas para medios tradicionales y medios y canales digitales. Presupuestamos también las acciones con bloggers, influencers, herramientas, personal…

Confeccionamos el calendario de publicaciones, establecimos el tono de comunicación, el número de publicaciones diarias por cada uno de los medios sociales, el horario y los responsables de cada tarea…

Y así llegó la fase de lanzamiento y la puesta en marcha del Plan estudiando cada detalle, esos que no se nos deben escapar si conocemos bien lo que vendemos, a quién se lo vendemos y cómo lo haremos.

En definitiva, la reputación de una marca empieza por su apariencia y nuestra labor como profesionales del marketing y la comunicación no es solo saber desarrollar una buena estrategia, sino vender un producto que no solo sea bueno, sino realmente extraordinario y para eso no basta con una web, un blog, unas cuantas redes sociales o un buen SEO.

El éxito viene de la mano de un conjunto de acciones analógicas, digitales, de atención al cliente…pero también de saber vestir un buen producto, porque no olvidemos que los consumidores nos movemos por las experiencias y las emociones que sentimos ante la compra de un producto o servicio. 

¿Cómo hacer un plan estratégico de marketing? ¿Qué se te escapa? Twitter chat

¿Te han quedado dudas? ¿Tienes más preguntas que te gustaría hacer? En la sección de comentarios del blog puedes formularlas.

Alicia Rodríguez Ruiz

Especialista en marketing de contenidos, editora digital y redactora SEO. Profesora en distintos másteres y cursos de marketing digital. Conferenciante.

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